Del ahogo de la pandemia a la «segunda oportunidad»: Un juez de Cádiz exonera las deudas a un ayudante de cocina de San Fernando

Un juzgado de Cádiz ha puesto fin al calvario económico de un ayudante de cocina de San Fernando, concediéndole la exoneración de sus deudas tras demostrar una situación de insolvencia «actual e irreversible». Nuestro representado, padre de tres hijos y con un empleo a tiempo parcial, se vio arrastrado a una «espiral de endeudamiento insostenible» tras el devastador impacto de la pandemia de COVID-19.

La pesadilla de nuestro representado comenzó con la necesidad de cubrir lo más básico. Con una «poca remuneración» por su trabajo, se vio forzado a solicitar pequeños préstamos. El objetivo no era el lujo, sino completar su sueldo mensual y cubrir necesidades básicas, como la adquisición de alimentos y el abono de gastos extraordinarios.

Durante un tiempo, la familia lograba mantenerse a flote gracias también a los ingresos esporádicos que aportaba su pareja, quien realizaba trabajos de limpieza sin contrato y en condiciones precarias.

Sin embargo, la llegada de la pandemia supuso un punto de inflexión devastador. Su pareja dejó de percibir ingresos al cesar completamente sus trabajos, dejando al núcleo familiar, que vive en una modesta vivienda de alquiler, en una «situación de extrema vulnerabilidad económica».

Desesperado, nuestro representado se vio obligado a recurrir nuevamente a la financiación, esta vez con la única finalidad de pagar los anteriores préstamos. Cayó así en una espiral que, lejos de aliviar su situación, agravó aún más su estado financiero y personal.

La situación era límite. Con unos ingresos fijos mínimos, sin bienes inmuebles, nuestro representado incluso había perdido su único bien, un vehículo Opel Meriva, entregado en un procedimiento de ejecución judicial en 2024.

Su situación no fue fruto de negligencia, sino una consecuencia directa de una cadena de circunstancias adversas» que lo llevaron a una «situación de exclusión financiera y social.

Ahora, la justicia le concede la «segunda oportunidad», permitiendo a este trabajador y a su familia escapar del ahogo y empezar de cero.

Desde el despacho RIVERIEGO ABOGADOS luchamos por esta familia y todas las que lo necesitan. No nos detuvimos hasta conseguir su segunda oportunidad.